Let's take a trip to Pily Land!!!

Wednesday, November 30, 2005

La llegada a los TA

Hace ya unas cuantas semanas pasó mi cumpleaños número 30. Sí, así como leen, el número 30. Ya he pasado a otra etapa de mi vida, donde ya se me ve como alguien serio y maduro, que se supone que debe de hacer todo bien y no cometer errores. Alguien que siempre tiene que ser medido y que debe portarse siempre bien. Déjenme contarles mi experiencia de cómo es llegar a los 30.

El proceso para llegar ahí ha sido bastante difícil por varias razones:

1. Una de las razones es mi condición de soltera y de que ya estoy para "vestir santos" como dirían en el campo, la presión que uno siente y, además, aún vivo con mi madre. Hay personas que no comprenden eso, me dicen "no ombe, pero tú eres joven". Eso es verdad, yo soy joven, y no me importa estar soltera a esta edad, pero la gente vuelve loco a uno, los mismos que te dicen "tú eres joven", son los que luego miran a uno con pena, porque uno no se ha casado, o empiezan a decir "ella debe tener algo de malo, que no se ha casado". Hasta los europeos, que son personas con mentalidad más abierta, lo primero que hacen es preguntarme cuando me conocen "y por qué tú no tienes novio?" Cuál es el apuro? Las cosas son cuando se puedan y si se pueden. Sí, soy soltera, y qué? No, no tengo novio, y qué? Pero soy una persona que me siento muy satisfecha conmigo. He logrado muchas cosas y soy bastante afortunada. Las cosas se consiguen poco a poco, con esfuerzo y dedicación. Así que yo no desespero.

2. La segunda razón es el agotamiento físico y el alejamiento de las personas que me quieren y que quiero. Debido a la cantidad de trabajo que tengo y a todo lo que he pasado en los últimos meses con las vacaciones, la mudanza, el IN (término laboral) y la olla, evito las salidas, prefiero quedarme en mi casa y hacer las diligencias rápido para regresar a descansar. Mis amigos dicen que me he dedicado a hacer cosas de vieja, y tienen razón, pero es que estoy muy agotada en muchos sentidos y tengo poco ánimo para las cherchas y salidas. También dicen que los he dejado de querer, lo cual no es cierto, es sólo que quiero dedicarme un tiempo a mí. Lamentablemente, ya no soy divertida, espontánea y novedosa como antes, pero las personas cambiamos. No siempre vamos a ser alocados y desenfrenados.

Tener 30 años no ha sido intersante aún, aunque una muchacha de 25 años me dijo el domingo pasado "Ojalá yo verme así a los 30". Ya veremos en los meses que me quedan hasta los 31.